miércoles, abril 26, 2006

Acerca de batallas

Lagrimas de salvación recorren tus mejillas mientras las mías se apoyan en tu brazo.
Que fe tendrás que no te permite llorar aceptando tu humanidad y la relación del hombre con el hombre.
No cuestiono tus ganas de creer, no cuestiones las mías al no hacerlo.
Tu mano sobre la mía cuando bajaba tu temperatura con paños fríos de aliento y tus agradecimientos no alcanzan cuando de amor se trata, te confieso que me quede corta con la ayuda.
Camina lo que haga falta que ella siempre está sosteniéndote con la mirada, que se anima a la vida con vos.
Tres estrellas brillan lo que haga falta a la hora de verte llegar como puedas, dejando atrás el blanco pasillo que nos devolvió las esperanzas, que nos vio apurar el paso a tu llamado, a tu regreso, postrado allá, donde no quisiste ver que te bancaria el universo si así hiciera falta.
Reite lo mas fuerte que puedas, que sacarte una sonrisa es la meta en esta jornada donde nos duele a la par.
Las ventanas y esa horrible cortina nos dan el pie para el comentario sin sentido cuando no quiero que el silencio invada la habitación.
Se fueron de al lado pero bajaron a buscar otra manera de sobrevivir mientras quien te aguanta se preocupa con los gestos y moviliza tu cuerpo dándote consuelo, acomodándote.
Las noches que no dejó que bajaras los brazos, los días que te acompaña negándote la aflicción sin sentido cuando tantas columnas elevan tu espíritu.
La fortaleza de la primera sociedad de la que fuiste parte, hoy me da el valor que me mueve a escribirte…
Tributo al rey y a la reina.

martes, abril 25, 2006

Bichito de luz

No pertenezco a ningún lado, me pertenezco a mi misma.
Voy dejando atrás pisadas erradas, sin rumbo fijo trazo caminos.
Me va llevando el sol, me va soplando el viento en el oído y dejo que mis secretos se vayan así, sacando el misterio que queda de mi.
Te extiendo mis manos para ayudarte a que me ayudes, te doy mi abrazo mas tibio cuando los corazones dejan de latir.
Al final de la hilera estoy yo, en el otro extremo de la fila, al lado del anteúltimo.
A destiempo, ya lo dije, tarde para todo, me voy quedando sin turno, sin silla, sin ronda, sin vos conmigo.
Lleno vacíos con mas vacíos, distraigo mis sueños por un rato, que alguien me deje sin aliento y me lo devuelva en sus labios.
Todo lo que quiero lo tenes en tu boca…
Que sutiles son mis palabras, mas sutiles mis miradas, aun mas mis aguas calmas cuando la marea baja.
Ahí si que se queda la intriga, no hubo quien pueda descubrirme en mis ratos libres, esos que están en la repisa y que solo una reina observo asombrada la tarde en que confesé que nadie podría verlo, porque nadie lo quiere ver.
Mi lugar en el mundo.
Es tan diminuta, silenciosa y arriesgada mi frágil sonrisa; cuesta creer que dentro de este cuerpo haya algo semejante.
Brille para vos, para el, para ellos, para mi todos los días, para esas largas pestañas que se extienden entre el rimel y las sombras. Magia.
De cerca no se ve, tenes que alejarte un poco mas, porque el aire es la clave para mi y para aquellos que vuelven cuando en la distancia ven que las estrellas, como el sol, si uno se acerca mucho enceguecen con su luz…porque separándose de mi, caen en la cuenta de que esta lucecita al margen todavía brilla.

lunes, abril 10, 2006

Hasta que no quede nada

Me duele sentir que soy quien te saco la calma cuando quise ser la pluma en la que pudieras recostarte cuando las cosas aturdían tu cabeza.
Quería que el mar te trajera conmigo cada atardecer, que subiera con la noche.
Pero te aleje sin querer clavando espinas al costado de los caminos, entorpeciendo el paso.
Te mentiría si te dijera que no extraño tenerte al lado… Si supieras las veces que conté los segundos que tardabas en acercar tu boca y las otras tantas que ruego que lo vuelvas a hacer.
Es triste vivir con el aumento de la distancia entre una palabra y otra, y como peleo con mi cuerpo para no transpirar el resto de verdades que me quedaron por contarte.
Choco mis alas en repudio a esos malos entendidos y a esa torpe idea que tenes de mí, en donde solo soy cosas por mejorar y otras por erradicar de esta personalidad que te quiere tanto, así.
Podría estar sesiones enteras cuestionando el “por que” sin llegar a una conclusión, ni toda la batería de teorías psicoanalíticas pueden sacar de mi este sabor amargo.
No te das una idea del esfuerzo que tengo que hacer para no dejar que las lagrimas caigan, de lo que cuesta tener que dejarte ir cuando siento que no puedo hacer nada, cuando la realidad se planta frente a mis manos atándome sin poder escapar cada vez que me duele no sacarte un suspiro.
¿Cómo es que de golpe no hay mas nada que pueda darte?
Seguís siendo el misterio mas lindo que ocupa mis horas, ese que se cruza con mis ojos y me deshace el pensamiento.
Y en el entramado de desesperaciones y miradas inventadas me voy alejando de vos.
Lo que hubiera dado por ser quien levantara tus pies del suelo de nuevo…