martes, mayo 29, 2007


Que será de eso que todos buscamos a escondidas cuando disfrazamos la tarde de sonrisas que tapan ausencias, sin quererlo.
Cuando en la angustia que envuelve la noche, no encontras consuelo frente a la soledad que amenaza en forma constante.
Cuanta desilusión dando vueltas y vos ahí, sin saber a donde ir cuando la tristeza vuelve a buscarte, corriéndote en las calles que descubren la madrugada fría del barrio que supo verte llorar sin cansancio, sin que nadie supiera que dentro tuyo siempre se trato de destapar las verdades mas grises.
Una vez mas es ella y nos vos, y el segundo lugar, cuando ni el protagonismo te interesa.
Preferís ni pensar en cómo te puede caer esa situación tan repetidamente injusta. Vos nunca miraste ojos ajenos, ni siquiera se te ocurrió insinuarte.
Sin querer caer en la redundancia, la insinuación tendría que haber sido siempre parte de un estilo mas cerca de las muñecas que de las polleras cortas.
Siempre volando en sueños…hasta eso exagerado no sirve, ni las hadas, ni la magia. Porque todo se destruye en esta existencia humana tan ácida, tan injustamente libre. Todos hacen y deshacen y las palabras van yéndose lentamente como si nada, dejando este vacío tan violento dentro mío.
Inentendible sensación de desolación entre el murmullo.