domingo, agosto 31, 2008

Suponiendo...

Suponiendo que realmente necesito extender por un tiempo esta cuestión y no puedo negarme, suponiendo que todo llega cuando menos lo esperamos y suponiendo también que, como siempre digo: “todo pasa por algo y todo NO pasa por algo…”
Vamos a suponer que ver al pasado dos días seguidos y sentir lo que sentí, ver la misma situación de hace dos años atrás con otro nombre pero haberme ido sin retirarme del lugar y saber que no puedo dejar de sentir lo que siento pero sí tomarlo con mas calma…hace que esta vez pueda darme cuenta que me agarro mal parada la jornada, que estoy mas vulnerable que de costumbre, mas sensible y que con la guardia baja cualquiera siente cosas que no debería sentir.
Que salir al mundo con mas aire, darme la oportunidad de reír sin pena, no dejar que la tristeza y el desconsuelo me invadan aun sabiendo que están ahí, tiene que hacerme caer en la cuenta en algún momento de que todo eso que duele y que enfrento a duras penas me hizo crecer de alguna manera. Por lo menos, para saber como me siento y para saber que no reincido en el sentido estricto sino que el malestar siempre nos gana de mano, es traicionero, imprudente y desconsiderado. No siente culpas ni tiene límites. (Y dale con los límites). Es inhumano.
Ah! Pero yo soy humana, a veces mas de lo que debo y veo las cosas como un ser humano, por lo tanto, como soy agnóstica, hoy me puedo sentar a pensar en qué cosas puedo hacer yo para estar mejor, y cuánto esfuerzo me cuesta y cuánto de ese esfuerzo pienso realizar, si no quiero volver a darme el marote contra la pared antes de tiempo, si es que hay un tiempo para eso…de nuevo.
Puedo entender que la noche me gusta siempre y cuando no signifique un riesgo y que el día también me gusta. Que hay amaneceres envidiables y que estando sola también puedo ver salir el sol. Que las lágrimas no pesan tanto aunque sigan teniendo intensidad en su flujo al caer, que me siento mejor porque estoy logrando sacar de mí espinas que tengo clavadas desde el comienzo de esta historia, rota, maltratada, confusa, veloz y ausente en esa velocidad de sin sentidos cuando todo duele tanto.

sábado, agosto 09, 2008

11 de Julio

Qué importa si te escribo desde el olvido o desde el mayor de los deseos.

Ignoro la realidad chocante del destino que vive separándonos por culpa de la tediosa codicia de los hombres.

Ruego al dios que reina en los cielos que ya no libere los rayos del sol. ¿Para qué quererlos si no te tengo conmigo? Ni las grises nubes, ni la noche y las estrellas; ni el oscuro y azul cielo que resguarda la hermosa luna bajo la que te conocí. Nada tiene sentido si no es con vos.

Te extraño en las cuerdas que rasgo con mis manos, en las melodías más insensatas, en las ideas más osadas.

¿Para qué leer, si no puedo contarte la frase que me ocupó el pensamiento antes de verte?

Hay un camino donde volveremos a cruzarnos, hay un viento que me llevará a donde estés, una brisa cálida que te llevará el perfume de mi piel, mis labios en tus hombros, mis ojos en los tuyos al despertar.

Me aferro al último suspiro que te di, te busco en el andén. Queriendo acortar distancias corro detrás del tren, quisiera subirme al vagón en el que estás, buscarte…dejar que me encuentres.