martes, abril 25, 2006

Bichito de luz

No pertenezco a ningún lado, me pertenezco a mi misma.
Voy dejando atrás pisadas erradas, sin rumbo fijo trazo caminos.
Me va llevando el sol, me va soplando el viento en el oído y dejo que mis secretos se vayan así, sacando el misterio que queda de mi.
Te extiendo mis manos para ayudarte a que me ayudes, te doy mi abrazo mas tibio cuando los corazones dejan de latir.
Al final de la hilera estoy yo, en el otro extremo de la fila, al lado del anteúltimo.
A destiempo, ya lo dije, tarde para todo, me voy quedando sin turno, sin silla, sin ronda, sin vos conmigo.
Lleno vacíos con mas vacíos, distraigo mis sueños por un rato, que alguien me deje sin aliento y me lo devuelva en sus labios.
Todo lo que quiero lo tenes en tu boca…
Que sutiles son mis palabras, mas sutiles mis miradas, aun mas mis aguas calmas cuando la marea baja.
Ahí si que se queda la intriga, no hubo quien pueda descubrirme en mis ratos libres, esos que están en la repisa y que solo una reina observo asombrada la tarde en que confesé que nadie podría verlo, porque nadie lo quiere ver.
Mi lugar en el mundo.
Es tan diminuta, silenciosa y arriesgada mi frágil sonrisa; cuesta creer que dentro de este cuerpo haya algo semejante.
Brille para vos, para el, para ellos, para mi todos los días, para esas largas pestañas que se extienden entre el rimel y las sombras. Magia.
De cerca no se ve, tenes que alejarte un poco mas, porque el aire es la clave para mi y para aquellos que vuelven cuando en la distancia ven que las estrellas, como el sol, si uno se acerca mucho enceguecen con su luz…porque separándose de mi, caen en la cuenta de que esta lucecita al margen todavía brilla.