lunes, septiembre 24, 2007

"...y yo ya no esperaba a nadie..."

Se que es inútil llenar las horas intentando evitar pensar en esas cosas que se dicen a veces, que uno quiere creer y no debe.
Se que seguir mi camino es la actitud acertada, se que pensé y sentí que a los recuerdos debía tratarlos con mas dulzura, aun cuando estén tan lejos (y tan cerca).
La verdad es que no se de que vale el paso del tiempo cuando se siente de esa manera, no se hasta donde me sirve todo lo que me digan o todo lo que intente razonar.
Si tuviera que elegir estaría perdida, los motivos se contradicen cuando el corazón reconoce tanto.
Es como si no pudiera escaparme, como si la vida me quisiera poner en frente de elecciones que cuestan. Como si quisiera que todavía siga arriesgando, cuando ya había tomado desiciones que había creído las mejores.
Me aleje, y sin buscarlo así estoy de nuevo, sabiendo que depende de mi la diferencia, sabiendo que solamente puedo saber que pasa dentro mío y que en eso debo concentrarme.
Acepto que me sigue molestando no poder controlar lo que algunos llaman destino, que me molesta no poder saber que pasa en los demás.
Reconozco que todavía tengo que aprender a controlar el carácter que en mi predonima, avasallante, frontal, tolerante de más a veces, y otras tan explosivo.
Me asusta saber que todavía hay alguien en mi que me juega en contra cuando me descuido.
Que triste seria que le dieras la razón a los demás, que desparezcas así, dejándome en silencio con mi alma.

sábado, septiembre 01, 2007

Golpe de suerte

Recién el mediodía me devolvió la certeza de que estaba haciendo lo que quería hacer o que estaba haciendo lo que tenia que hacer. Pero que estaba haciendo.
Se que la nostalgia trae a mi, recuerdos y ganas de volver al ruedo cuando sea, como sea. Se que nunca va a ser lo mismo, no se si mejor o peor, pero nunca igual.
El paso del tiempo me muestra las heridas que va dejando el camino, pero también me muestra como vuelve la esperanza cuando menos se la espera.
Aprendí a no ser tan pretenciosa con el destino, a dejar que las cosas pasen y tomen el cause que deben tomar, en algún momento y en algún lugar tenes que estar esperándome.
Algún golpe de suerte que te traiga sin distancias existenciales, sin tantas vueltas en el alma.
Que pueda vivir esta tarde de Septiembre y que la noche me devuelva el barrilete al que me supe subir y volar, hasta donde la razón me deje de lado, en donde ya no sienta el recuerdo con dolor. En donde asuma que me arriesgue y que eso es mucho mejor que quedarse con las ganas.
Que los lugares me sigan trayendo a mí y nos encontremos, en la esquina de las ilusiones mas lindas, esas que se vuelven realidad y parecen mentira, pero son.
Ese golpecito que te da vuelta la vida para bien, devolviéndote las ganas de que el corazón funcione, que las sensaciones vuelvan a ser en uno el viento recorriendo todo tu cuerpo por dentro.