viernes, diciembre 01, 2006

"tal vez seamos fugitivos de donde nadie escapa"

Fui a tu tiempo cuando la tormenta pasaba antes de que llegara la lluvia.
Sin puntos, ni comas fui creando oraciones sin sentido, armando historias que no eran.
Forzando las ganas no logre nada más que lastimarme en tus labios, esos que empiezo a extrañar antes de que se vallan. Tu mano sobre mi piel y esa sensación que no va a estar más que en mis recuerdos cuando piense todo lo que me hubiera gustado.
Sin más intenciones que mirarte de espaldas fui, a cuestas de un inconsciente al que nada le viene bien.
Cómo hacerte entender lo que te quiero conmigo y lo que me duele asumir que no va a ser en la despedida que me dejo inmóvil en la noche.
Suena tu vos en mis oídos, tus verdades y las mías desencontrándose.
Confieso que en esta tarde solo quiero dejar que pase el tiempo y con él todo lo que me cuesta soltarte, todo lo que me hiere saber que ya esta, porque ni las caricias que calman el alma alcanzan.
Se me corta el aire cuando viene la idea de no verte a mi cabeza, que las distancias se ocupan de crear mas abismos y que esos abismo no hacen mas que poner en practica el destino de lo que no puede ser, de lo que no tiene que ser, de lo que no…siempre el “no” ante la duda.
El nudo que tengo en la garganta me traba y voy peleando con las despedidas inevitables. Tengo que seguir contándote todo esto en secreto.
Ese maldito corazón que ya no siente, y el mío que no deja de latir a ritmos impensados.
Es increíble que pasó así sin saber, sin buscar, cómo hago para dejarte pasar, para soltarte si se me sale la piel con cada segundo de silencio en tu boca. No puedo arrancarte del pecho.
Voy desgarrándome cuando tu sinceridad me endulza y la prefiero antes que las dudas o la incertidumbre que alteraban sin ser más que nudos en mi cabeza.

Despues te sigo contando...