viernes, abril 25, 2014

El mail llego a las dos de la mañana. Laura estaba desesperada por el asunto.
Cinco horas después se despertó para ir al trabajo. Se vistió como pudo y salio a la calle con pocas ganas, pensando en el mail vacío. De nada servia confirmar un sentimiento si no se puede hacer nada al respecto, aunque para ella siempre se pueda hacer algo, lo que sea...mínimo, imperceptible, pero algo. Laura quería que le devuelva en la mirada el amor distanciado por la ausencia de palabras,en una época en donde todo se muestra pero nunca se nombra.
Subió las escales del departamento de Constitución marcando el pulso, un ascenso orgánico, una decisión tomada, un cuerpo determinado.