martes, octubre 09, 2012

La sierra llena de purpurina levantaba tal cantidad de polvo que hasta el cielo se teñía de colores intensos, colmándose. A cada movimiento correspondía una forma mas arriba. Para cuando llego la mañana, Malena estaba viva, liviana. Malena, respiraba en una danza que le era propia, que dibujaba su historia en el cielo, que hacia rotar la naturaleza en un sonido puro, definido y único.