viernes, octubre 13, 2006

Sueño de primavera

Estaba sentada y nunca imagine que esto iba a terminar así, cuando me apoyaba en vos mientras hablabas.
Yo te conté de una canción cuando me detuve en el vaivén de las olas y su sonido al caer.
Me senté para sacar la arena de las zapatillas cuando un hombre vino a corroborar que no hiciéramos nada raro en la entrada del hotel y sus puertas y sus luces y los autos estacionados, todo lucía elegante y de fondo el mar y vos interrogándome sobre pavadas y yo…
Caminamos por las calles de tierra cuando te conté que me molestaba agarrarme de la mano en verano porque transpiraban, entonces me abrazaste.
Después de un rato de ciertas incomodidades comimos, y de ahí a tu casa. Era inevitable esa noche sentir tu piel sobre la mía rozándose.
Hoy no se donde estas, si te escondes, si me evitas, no se...sigo sin entenderte…pero me acuerdo.

Ojala que brille

Busco una estrella en el cielo que me haga brillar, que baje y que me lleve.
Tengo un bolso preparado con el sonido del mar, un poco de arena y unos cuantos recuerdos.
Tu voz en mi pecho, el viento en la cara y el olor de los árboles en primavera.
Las calles desiertas y esa sensación cuando cierro los ojos.
La tarde encendida, el color , tu piel, el sabor a sal.
El aire entrando, la música que me envuelve en la noche, tu sonrisa y la mía en la misma sintonía.
Mis labios cuando se secan y los muerdo buscando el calor en el manto celeste, y arriba: mi estrella.
Sueño que me voy pero sueño y no se si extrañarás la ocurrencia con que te suelo charlar.
Es una despedida constante cuando me reencuentro con mis emociones y caigo en esa realidad que a veces se pone amarga.
Otras, en cambio, me da días de tranquilidad cuando al caminar siento que floto, disfrutándome.
En la oscura envoltura de lo que está por encima, lucen elegantes y las miro…deseando…
Que alguien me venga a buscar y me haga brillar...