jueves, julio 21, 2011

¿Qué soluciones han traído estas verdades?

La Ciudad oculta, desborda intenciones en el aire. Cuenta historias que no son. Lleva dichos, trae traiciones. Con el mismo impulso diluye caminos, abre atajos o retoma sin necesidad. Es un remolino de soles.
A veces como tormenta, entra la duda, revisando circuitos eléctricos de anteriores siglos (¿o ciclos?).
No es tarea sencilla intentar dilucidar hasta donde se eligió o hasta donde fue siendo. El temor de haber dejado ser sin saber, la falta de carácter, la distracción de los días.
Cae el atardecer cada vez, cae la noche, rendida, cansada de luchar contra los mapas rotos de construcciones abandonadas, reemplazadas por la nueva sensación.
Cuestiones no resueltas que generan cierta indignación cuando no se ve si los actores ajenos influyeron o no en todo esto que llamamos interpretación.
¿Sera que hice oídos sordos a la advertencia de que pese a todo siempre hay que caer bien parado?
Cada tanto me intriga saber quién será la verdadera serpiente, cuál será mi talón de Aquiles (¡aunque crea que ya se!). De la misma manera me frustra, me cansa, sentir que no aprendí nada, que no resolví en realidad.