jueves, octubre 30, 2014

Cuando la noche aclare, sabre que ante mis ojos hay otras cosas que en espirales avanzan hacia arriba y caen,como gotas de llovizna. Tendré, entre mis manos el rocío de una mañana luminosa, una canción azul, una flor grandiosa.
Entre escondites, fui buscando ese diamante que brilla mas cuando no se lo ve. Es ahí que el secreto se devela, que se corre el manto de engaños y entrega el alma lo que queda.
Por esos recorridos, voy. Tan en secreto que se descubre. Todo eso que fue, lo todo lo que es, el eco de lo que viene. Una vibración y una reverberancia que exige entender ese contacto sutil, ese profundo momento en que el mundo se comunica.