sábado, agosto 09, 2008

11 de Julio

Qué importa si te escribo desde el olvido o desde el mayor de los deseos.

Ignoro la realidad chocante del destino que vive separándonos por culpa de la tediosa codicia de los hombres.

Ruego al dios que reina en los cielos que ya no libere los rayos del sol. ¿Para qué quererlos si no te tengo conmigo? Ni las grises nubes, ni la noche y las estrellas; ni el oscuro y azul cielo que resguarda la hermosa luna bajo la que te conocí. Nada tiene sentido si no es con vos.

Te extraño en las cuerdas que rasgo con mis manos, en las melodías más insensatas, en las ideas más osadas.

¿Para qué leer, si no puedo contarte la frase que me ocupó el pensamiento antes de verte?

Hay un camino donde volveremos a cruzarnos, hay un viento que me llevará a donde estés, una brisa cálida que te llevará el perfume de mi piel, mis labios en tus hombros, mis ojos en los tuyos al despertar.

Me aferro al último suspiro que te di, te busco en el andén. Queriendo acortar distancias corro detrás del tren, quisiera subirme al vagón en el que estás, buscarte…dejar que me encuentres.