viernes, marzo 29, 2013

Hay un silencio audaz en la mañana. El tren que no tomo, el canto que se esparce en el olor a fresno. El sol metiéndose por la ventana. Un motor interrumpe, algún pájaro responde.
El reflejo del alma sobre el empedrado. Mi barrio. Su túnel innecesario, las ramas por el suelo, el viento que sostiene, la campana de una iglesia a la que nunca fui.
La esquina que doblo mi perro durante tantos años, mi casa mutando como el resto de casi todos los frentes. Personas ajenas que nos descubren sin que queramos. El baldío de al lado que siempre nos regala insectos nuevos. Mis vecinos que siguen creciendo, igual que mis hermanos.
Siempre esa calma de fin de semana hipnotizándome, llamándome a seguirla; esas ganas de absorberlo todo, de no irme nunca o llevarlo conmigo a todos lados.
Yo siempre queriendo a mi barrio.

domingo, marzo 24, 2013

El desgano viene soplando en esta tarde de otoño reciente. Dentro de mis oídos vibra tu voz, a pesar del silencio.
Los recuerdos frescos de nuestros intentos de amor me someten a la ansiedad repugnante cuando elijo sin querer del todo.
Me distraen las ideas que quiero espantar y no se van. Hace años que las eche pero ellas, okupas insistentes, siguen rompiendo los tendidos eléctricos, tiran abajo las paredes y levantan otras innecesarias.
Mi cuerpo todo parece un edificio en ruinas. Pobres ventanas clausuradas, aguantan el calor y el frío de la intemperie y dan sombra a las habitaciones de acá adentro.

jueves, marzo 07, 2013


Cuando se tragó las lágrimas y aguanto la amargura. Fue en ese momento que Malena enterró el dolor viejo para volver a seguir adelante. Estaba cansada de sentir que mendigaba contención, o el amor que no hace falta pedir.
El colectivo cruzaba Palermo, mientras pensaba y se frustraba con su falta de decisión, con su inseguridad.
Oscurecía la tarde en la ciudad y se acercaba la desesperante hora del sin sentido. Su mirada atravesaba la tragedia, esas sensaciones antiguas que nunca pasaron de moda.
Volvía a pensar demasiado, a mirar el costado de la injusticia que busca ventaja en los trayectos sin vida. Una vez más, teniendo que recordar la inevitable muerte en lo que el ser humano no quiso evitar.
Por ahí, el resto se siga tratando de eso: el misterioso correr del tiempo.