"...y la vida se acuesta a mi lado y con ella me empiezo a dormir y ahora sueño y me voy alejando de todas las cosas que supe sufrir y sentir, yo y mi jardín..."
miércoles, noviembre 20, 2013
martes, noviembre 19, 2013
domingo, noviembre 17, 2013
Pero claro que era cierto.
Soltaba el lazo de raso de entre las hojas secas y volvía despacito pero sin
dudar, con el dolor de saber lo que
estaba soltando, que-estaba-soltando-
lo.
(No pasaba por alto que todavía
quedara un jazmín antes del verano.)
Claro que lloraba en los
rincones más silenciosos, en las frutas más
amargas, en las pausas del patio de atrás. Así y todo seguía aflojando. No tenía fuerza para otra cosa más que para soltar. Sabia
también, que soltando lo ataba, lo retenía en la ausencia de motivos para
dejarlo ir.
El vacío intolerable cuando no
hay respuestas, esa misma incertidumbre que arrolla. La espera de lo que va a
venir. O no. Las manos llenas de nada. Un reflejo innecesario. Una despedida
que nadie quiere hacer acto, una percepción de la que no queremos la respuesta.
(Un código que me da la certeza cuando
no es lo mismo que este o no tú presencia.)
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