martes, febrero 06, 2007

11/01/2007

En las horas vacías voy peleando para no acordarme de vos, cuando mi pecho recuerda la opresión que se siente en la ansiedad de quererte cerca, muy cerca.
Trato de analizar qué fue lo que me generaste pero no llego a ninguna conclusión solo repaso
cada instante al lado tuyo, aunque mas que al lado no se bien dónde estuve, de hecho ni se si estuve.
Se que la intensidad con la que me hiciste sentir, hoy me da miedo, me da vértigo, y entonces busco la diferencia entre amor e intensidad, esa a la que me hiciste llegar sin quererlo.
Cada día hay menos humanidad en Buenos Aires, y yo voy a irme cuando todos regresen, me iré con mis penas a otra parte, aliviando tensiones (si es que pueden aliviarse)
Seguro que allá voy a reconocer la arena que supimos pisar a la vez alguna noche donde no medía las consecuencias del riesgo que estaba corriendo mi corazón.
El alma y yo reincidimos en vos constantemente sin buscarlo cuando la noche no me deja dormir, hablo del alma y yo como si fuéramos dos, aunque en realidad somos uno, el corazón, el alma y yo…y por ahí, en realidad, el alma y el corazón sean uno y en ese caso se trate de una dualidad no tan dual, soy una con miles de cosas por compartir con el cielo, y el mar que me espera.

No hay comentarios.: