miércoles, enero 12, 2011

“Sólo Francisco quedó en la casa de sus padres después que Javier se casó y José partió al Seminario. Ocupaba la misma habitación de su infancia, con muebles de pino y estanterías atiborradas de libros. Alguna vez tuvo la intención de alquilar una vivienda independiente, pero en el fondo le gustaba la compañía de su familia y por otra parte no deseaba causar un dolor innecesario a sus padres. Para ellos existían sólo tres excusas para que un hijo saliera de su casa: la guerra, el matrimonio o el sacerdocio. Después agregarían otra: huir de la policía.”
De amor y de sombra. Isabel Allende.

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