viernes, diciembre 16, 2005

Algo que me haga salir de este encierro, que me haga escapar de este corazón corajudo, terco jinete de ilusiones.
El cerrojo oxidado da cuenta del tiempo que paso, del largo intervalo entre una real esperanza y un espejismo en el desierto mas seco.
La lluvia mas húmeda hace bajar mis defensas y contagias mi energías con tu aliento cuando entiendo que hay cosas que no pueden ser, aunque sepa que es la única razón que me llena de razones para creer que existe algo mejor.
Son tus ojos lo que me confunde, tu voz la que me conmueve, tus palabras las más ocurrentes, tu sonrisa la más interesante.
Pero lo que más me atrae de vos es ese detalle que siempre me atrapa, esa adicción a lo más raro, lo más inaudito y la encrucijada de ideas donde los dos sabemos que no se pueden dar por entendidas algunas intenciones.
El miedo nos gano de mano, la tarde caía bajo miradas cómplices y dobles sentidos cuando las cuerdas dejaron de vibrar.